Alcoholímetro

Los alcoholímetros se emplean para determinar la concentración de vapores de alcohol que contiene el aire exhalado por una persona. Son utilizados por la policía de tráfico con el fin de detectar la intoxicación por alcohol. También pueden ser utilizados por dueños de automóviles para someterse a un autoanálisis y por empresas de logística para supervisar la sobriedad de sus empleados.

Principio de funcionamiento

La persona que se somete a la prueba sopla en un orificio situado en el cuerpo del dispositivo o en una boquilla especial. El aire exhalado golpea el sensor y éste convierte el vapor de alcohol en señales eléctricas. Las lecturas son mostradas en la pantalla LCD y dependen de la concentración de alcohol.

Tipos de alcoholímetros disponibles

En función de su finalidad y sus prestaciones:

1. Profesionales. Son aptos para la realización de hasta 300 pruebas al día con un error de 0,01 ppm y son utilizados por la policía de tráfico y las empresas de transporte.
2. Especiales. Están concebidos para realizar varias decenas de mediciones al día. Son muy precisos y pueden ser certificados para uso médico.
3. Personales. Son de baja precisión y suelen utilizarse para realizar autodiagnósticos.

Según el principio de la toma de material:

1. Con boquilla. En estos dispositivos el aire es suministrado directamente al sensor. Están equipados con boquillas desechables.
2. Universales. Permiten efectuar la prueba tanto con métodos de contacto como sin contacto.
3. Con función de toma de muestras forzada. Permiten recoger muestras de una persona inconsciente.

En función del tipo de sensor:

1. Semiconductor. Los datos obtenidos son convertidos durante la combustión de las moléculas de alcohol en la superficie calentada del sensor. Su precisión es baja y requieren ajustes frecuentes.
2. Electroquímico. Cuando el etanol entra en contacto con el catalizador, tiene lugar una reacción redox con liberación de electrones libres. Estos cambios son medidos y convertidos en lecturas del contenido de alcohol. Son duraderos, precisos y ofrecen resistencia a los cambios de temperatura. Requieren ser calibrados una vez al año.
3. Fotométricos. Los datos obtenidos se basan en el grado de absorción de la radiación infrarroja por parte del vapor de alcohol. Se trata de los más caros y no pierden sensibilidad.

Recomendaciones para el uso de los alcoholímetros

1. Si su aparato dispone de boquilla, debe utilizar una nueva para cada medición.
2. Antes de realizar las mediciones, espere al menos media hora después de haber tomado bebidas alcohólicas.
3. No utilice el dispositivo en habitaciones que estén saturadas de vapores de gasolina o acetona y otras sustancias similares, ya que esto podría afectar a las lecturas obtenidas.
4. Mantenga el alcoholímetro alejado de elementos calefactores.

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