Los vehículos eléctricos e híbridos, al igual que otros coches, necesitan un mantenimiento rutinario. Esto no sólo resulta fundamental para lograr un funcionamiento fiable y seguro, sino que también contribuye a evitar costosas reparaciones de la suspensión y la electrónica.
El calendario de mantenimiento incluye:
- comprobación y ajuste de los componentes del sistema de frenos;
- identificación y sustitución de módulos de batería usados en talleres especializados;
- lubricación de los ensamblajes;
- control del estado de los líquidos de servicio;
- mantenimiento de los dispositivos de iluminación y señalización;
- comprobación del estado de funcionamiento del interruptor de desconexión de la batería de emergencia, etc.
Con el objetivo de garantizar un funcionamiento impecable de su coche con motor eléctrico, usted debería inspeccionar de forma regular sus piezas y sustituirlas a medida que se vayan desgastando:
- Discos y pastillas de freno. La rapidez con la que se desgastan va a depender de la calidad del material, de su estilo de conducción, del firme de la carretera y de las condiciones meteorológicas.
- Escobillas limpiaparabrisas. Normalmente, se procede a instalar nuevos componentes antes del verano y del invierno, pero en cualquier caso, al menos una vez al año. Asegúrese de que el depósito del limpiaparabrisas esté siempre lleno de líquido.
- Filtro del habitáculo. Se recomienda realizar el cambio del mismo cada 10.000-20.000 kilómetros. El intervalo depende en gran medida de las condiciones de funcionamiento de su vehículo.
- Elementos de la suspensión: amortiguadores, brazos de suspensión, barras de dirección, rótulas de dirección, etc. Éstos son revisados en cada mantenimiento rutinario y deben ser cambiados cuando estén desgastados o dañados.
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