Recambios de amortiguación coche
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El sistema de amortiguación consiste en un conjunto de elementos que se encargan de transferir y distribuir las cargas producidas entre la suspensión y las ruedas durante la conducción. También soportan el peso del vehículo y amortiguan las vibraciones que aparecen cuando se conduce por carreteras con un firme irregular. Contrarrestan las fuerza de inercia que afectan al vehículo durante la aceleración y el frenado.
Diseño del sistema de amortiguación
Los principales componentes del sistema de amortiguación son los amortiguadores, los muelles helicoidales y las ballestas.
Los amortiguadores hidráulicos (bitubo) están formados por una carcasa de metal que contiene un cilindro lleno de aceite. Dentro del cilindro hay un pistón móvil que posee orificios de varios tamaños. Cuando el vástago del pistón mueve, el líquido fluye de una cámara a otra por medio de los orificios, creando así una resistencia que amortigua las oscilaciones. Los amortiguadores monotubo (de gas) cuentan con un pistón flotante que divide el cilindro de trabajo en dos cámaras. Por una parte, el compartimiento de la parte inferior está lleno de gas a presión, mientras que el de la parte superior está lleno de aceite.
El principal objetivo de los amortiguadores es amortiguar las vibraciones que se producen cuando el muelle estira.
Los muelles helicoidales (resortes helicoidales) consisten en un alambre en espiral con una sección transversal constante o variable. Soportan el peso de la carrocería del vehículo.
Los muelles de ballesta (ballestas) consisten en varias láminas de metal de distintas longitudes unidas entre sí por medio de abrazaderas especiales. Se encargan de amortiguar las vibraciones.
Consejos de mantenimiento
- No sobrecargue su vehículo. Todas las piezas que se encuentran en él han sido diseñadas para unas cargas determinadas. Si se carga el vehículo más de la cuenta, los amortiguadores, los muelles y los muelles de ballesta, junto con la suspensión, son las primeras piezas en sufrir daños, ya que las vibraciones que se producen al conducir por carreteras en mal estado se hacen varias veces más fuertes.
- Evite conducir de manera agresiva. Las cargas de impacto que se producen al conducir por encima de un obstáculo a alta velocidad, por ejemplo, ejercen un efecto destructivo sobre muchos de los elementos del sistema de amortiguación.
- Inspeccione el estado de los fuelles guardapolvo. Si están rotos, la varilla del amortiguador puede sufrir un desgaste prematuro.
- Debe cambiar los componentes defectuosos a su debido tiempo, ya que conducir con piezas rotas o gastadas provoca el fallo de otros elementos. Por ejemplo, ignorar la sustitución de los casquillos a su debido tiempo puede provocar daños en los ojos de los muelles de ballesta. Conducir con unos amortiguadores gastados provoca el fallo de de los muelles.
Síntomas de fallo
Rastros en la carcasa, un balanceo excesivo del vehículo al conducir sobre las irregularidades de la carretera, un desgaste desigual de los neumáticos, una respuesta deficiente de la dirección y la reducción del rendimiento de los frenos indican problemas con los amortiguadores. El hundimiento de la carrocería, su deformación y reducción de la altura libre al suelo, que provoca que los bajos del coche golpeen el suelo cuando se conduce por carreteras con baches, son algunos síntomas que indican que los muelles están en mal estado. Se pueden observar síntomas similares en caso de que fallen los muelles de ballesta.
Causas de los fallos
Las fluctuaciones de temperatura, la suciedad y los productos químicos agresivos, ejercen un efecto destructivo sobre las piezas de goma: los fuelles guardapolvo, los casquillos y los topes. Éstos terminan perdiendo su elasticidad y se agrietan. Los muelles pueden oxidarse por las mismas razones. La varilla del amortiguador acaba deteriorándose si los fuelles guardapolvo están rotos. Con el tiempo, puede incluso atascarse. Las carcasas deformadas de los amortiguadores monotubo, debido a los impactos, provocan consecuencias similares.
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