Dirección recambios automovil

La dirección de un coche consiste en un sistema de mecanismos que permiten al conductor cambiar la dirección de desplazamiento del vehículo. Se cambia el sentido de la marcha cuando giran las ruedas delanteras. Un funcionamiento perfecto de este sistema es da gran importancia para la seguridad vial.

Diseño del sistema de dirección

Por lo general, el sistema de dirección consta de cuatro grandes unidades: el volante, la columna de dirección, el varillaje de dirección y la dirección asistida. El volante se encuentra instalado dentro del coche y sirve para transferir el esfuerzo realizado por el conductor al mecanismo de dirección. Además, desempeña una función informativa: la naturaleza y la intensidad de las vibraciones que se produzcan pueden ayudar al conductor a evaluar el estado de la superficie de la carretera. Aparte de eso, el volante es el lugar donde se encuentra el claxon, las levas de cambio, los botones de control del sistema de sonido y otros sistemas.

La columna de dirección es un eje que lleva unas juntas y que se utiliza para conectar el volante al mecanismo de dirección. Este último puede ser de distintos tipos y está diseñado para amplificar el esfuerzo que ejerce el conductor y de transferirlo al varillaje de dirección. El varillaje consisten en unas barras de acoplamiento y unos terminales de dirección que se encargan de ajustar adecuadamente los ángulos de dirección.

Para facilitar el manejo del coche, los vehículos modernos van equipados con una dirección asistida, siendo ésta más frecuentemente una dirección hidráulica.

Consejos de mantenimiento

• Revise los fuelles guardapolvo de la cremallera de dirección cada vez que se realice una inspección programada del vehículo. Debe cambiar los componentes en cuanto detecte que están defectuosos.
• Compruebe regularmente, y, en caso necesario, rellene el líquido de la dirección asistida hidráulica. Un bajo nivel de aceite provoca un deterioro prematuro de los componentes.
• Reduzca la velocidad si va a conducir sobre irregularidades de la carretera. Los golpes son perjudiciales para la cremallera, las barras de acoplamiento y los terminales de dirección.
• Intente no girar el volante hasta el tope, sobre todo antes de acelerar. Esta maniobra provoca un exceso de presión en el sistema de dirección asistida hidráulica. Esto da como resultado fugas en los sellos de la cremallera.
• Debe alinear las ruedas cada vez que cambie los componentes de la suspensión. Su desalineación puede provocar un deterioro de la maniobrabilidad y del manejo del vehículo.
• No sobrecargue su vehículo.

Signos de avería

Un sonido de golpes procedentes del sistema de dirección son un síntoma de que los terminales de dirección están desgastados o de que los soportes de montaje de la rótula están flojos. Si se tambalea el volante, esto indica que el cojinete del eje está dañado, así como problemas con una de las ruedas directrices. Si se percibe un aumento de la holgura en el volante, esto significa que los dientes del engranaje de piñón y cremallera, el cojinete del eje o el terminal de dirección puede estar desgastados. Si el giro del volante resulta difícil, puede ser un síntoma de desalineación, una correa que resbala, unos conductos obstruidos de la dirección asistida hidráulica o un bajo nivel de líquido de trabajo. Los ruidos procedentes de la dirección asistida hidráulica pueden estar provocados por una bomba averiada. Las pequeñas manchas de fluido de trabajo sobre la superficie de la cremallera o de otros componentes son un síntoma de sellos, fuelles o juntas con fugas.

Causas de las averías

Conducir por carreteras de mala calidad resulta perjudicial para los componentes del sistema de dirección. Los impactos a los que está sometido el vehículo durante la conducción por las irregularidades de la carretera pueden hacer que se aflojen los elementos de sujeción o las rótulas, además de provocar la deformación de las barras de acoplamiento. Los productos químicos de la carretera y la sal ejercen un efecto destructivo sobre los fuelles guardapolvo de la cremallera y de las articulaciones de rótula. La goma se vuelve menos elástica y comienza a agrietarse, permitiendo así que la humedad y la suciedad se introduzcan en su interior. Como resultado, los elementos móviles de los mecanismos se desgastan prematuramente. Una presión incorrecta de los neumáticos, su desgaste excesivo y la desalineación de las ruedas también resultan perjudiciales para los componentes del sistema de dirección.

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