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Razones por las que su coche no arranca
Sin duda, puede resultar muy frustrante cuando intentamos arrancar nuestro coche y este y no lo logra. Y, por supuesto, esto parece suceder siempre en el momento más inoportuno. En este artículo vamos a tratar las razones más comunes por las que un coche no arranca, además de exponer las formas posibles para salir de esta situación.
¿Por qué no arranca mi coche?: causas principales y cómo actuar
Para arrancar un motor, son necesarios tres componentes principales: aire, combustible y una chispa. Sin ellos, el arranque del coche no podrá producirse.
Uno de los motivos más comunes de que su coche no arranque es que se haya quedado sin batería. La mayoría de los coches no disponen en su equipamiento de un control electrónico de faros, el cual se encargaría de apagar los faros de manera automática cuando la llave de encendido está apagada. Dejar las luces encendidas durante la noche con el vehículo apagado es la manera perfecta de agotar la batería por completo. Si además intenta activar los faros y no se encienden, es muy probable que la batería esté agotada.
Si tiene la certeza de que dejó las luces apagadas, pero al accionar la llave el coche no responde, deberá entonces comprobar los bornes y terminales de la de batería. Si están oxidados o sucios, es posible que haya una pérdida de conexión. Proceda a limpiarla con una herramienta aislada.
Si la batería del coche esta descarga por completo o “muerta”, usted podrá arrancar su coche cargándolo con la batería de otro coche. También puede probar otros métodos: utilizar un cargador de baterías o empujar el coche e intentar arrancarlo en movimiento.
Si la batería se descarga de forma repentina, podría ser el momento de sustituirla, o revisar su alternador en un taller mecánico, ya que éste podría no estar cargando la batería correctamente.
El siguiente paso será comprobar si los faros, radio y limpiaparabrisas pueden ser encendidos. Si esto es posible, la batería no será el origen del problema. Es muy probable que esté enfrentándose a un interruptor de encendido defectuoso. Esta pieza del sistema de encendido es la encargada de transmitir una señal eléctrica al motor de arranque al accionar la llave, iniciando el proceso de puesta en marcha del motor. Si no percibe ruido alguno al girar la llave, pero las luces del salpicadero sí están encendidas, la causa más probable de que el coche no arranque será la rotura de este interruptor, algo que deberá confirmar y solucionar un mecánico.
Las bobinas de encendido y las bujías también pueden ponerle en dificultades, sobre todo si usted tiene un coche bastante viejo. Si al accionar la llave comienza el proceso de encendido habitual pero el motor no llega a arrancar, puede la causa se encuentre en las bujías, que podrán estar atascadas o sucias. Depósitos de hollín pueden ser observados en este caso en la superficie de las mismas. Una bobina de encendido y bujías defectuosas deberán ser sustituidas. Necesitará un multímetro y para comprobar si su bobina de encendido ya no funciona correctamente.
Si el problema no se encuentra en uno de los componentes del sistema de ignición, podría estar en un motor de arranque defectuoso. Se trata de un pequeño motor cuya función es la de extraer la corriente eléctrica de la batería para que el motor se ponga en marcha. El síntoma indicativo del fallo sería un sonido de clic o chasqueo que se aprecia al intenta arrancar el vehículo. El motor de arranque se compone de diversos componentes, siendo el solenoide el más susceptible de sufrir fallos. Los cojinete de fricción y rodamientos también pueden fallar. No es posible reemplazar sólo el componente defectuoso, siendo necesaria una completa nueva unidad. No obstante, el problema podría no radicar en el motor de arranque en sí. Compruebe el cableado que procede y que va a la unidad para detectar un posible contacto suelto.
Otra posibilidad si su coche no arranca, es que éste se haya quedado sin gasolina. Puede sonar demasiado obvio, pero el estrés cotidiano y constante hace que muchas personas se olviden de poner combustible en sus coches. En primer lugar deberá comprobar el nivel de combustible. Si su depósito de combustible está vacío, proceda a repostarlo.
Si hace poco tiempo que has repostado en la gasolinera, es probable que tenga una fuga en el depósito de combustible. Esto puede ser comprobado simplemente observando el suelo, debajo del motor, donde puede haber restos de combustible en caso de pérdidas. Un mecánico deberá solucionar esta avería, que no es muy habitual, pero que puede suceder porque un elemento impacte contra el depósito.
La bomba de combustible puede ser la causa del problema, si su depósito de combustible está lleno. Un funcionamiento incorrecto de la misma hace que el suministro de combustible o la presión en la línea de combustible sea insuficientes. No obstante, unas mangueras de combustible desgastadas o rotas, así como un filtro obstruido, dan lugar a que el suministro de combustible sea deficiente. Si usted ha notado que su coche comienza a vibrar a elevadas velocidades, pierde potencia de repente o se ha incrementado el consumo de combustible, será aconsejable realizar una comprobación del sistema de combustible de su coche en un taller.
Por otro lado, una tapa del distribuidor que esté rota o agrietada podría causar problemas después del lavado de su automóvil o durante días lluviosos. A través de las grietas en la tapa, la humedad penetra en el interior a través de dichas grietas, dando lugar a problemas en el motor.
Considerando todo lo expuesto en este artículo, en caso de que intente arrancar su coche y éste falle, mantenga la calma ante todo y respire hondo. En ocasiones las causas no son tan graves como parecen. Lamentablemente, los problemas relacionados con el motor resultan a menudo difíciles o imposibles de diagnosticar y arreglar por usted mismo. Con el fin de estar en el lado seguro, recurra a la ayuda de un taller mecánico o un servicio de mantenimiento. Para evitar situaciones como esta, realice una buena puesta a punto del automóvil cada 2 años o 40.000 kilómetros recorridos.