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Qué es la bomba de gasolina
El motor de nuestro coche necesita un flujo regular de combustible para mantenerlo en funcionamiento. La bomba de gasolina es un componente fundamental de cualquier motor de combustión interna, ya que se encarga de llevar el combustible desde el depósito hasta el motor, suministrándolo a una presión constante. Así, hace las veces de corazón mecánico de un coche y garantiza que su motor funcione sin problemas.
Según la antigüedad que tenga el vehículo, puede tener una bomba de combustible mecánica o eléctrica.
En este artículo vamos a hablar sobre qué es exactamente una bomba de combustible, los tipos de bombas que se instalan más comúnmente en los vehículos, además de conocer las señales más frecuentes que apuntan a que se ha producido un fallo de las mismas. Si estamos atentos, podemos detectar los síntomas de una bomba de combustible defectuosa y, dado que el suministro de combustible es crucial para mantener el motor en funcionamiento, estaremos en condiciones de hacerla reparar o sustituirla oportunamente antes de quedarnos tirados en la carretera.
Tipos de bombas de gasolina
Podemos distinguir dos tipos principales de bombas de combustible: las mecánicas y las eléctricas. Las bombas mecánicas se encuentran normalmente en coches antiguos que emplean carburadores y se sitúan fuera del depósito de combustible. Las eléctricas por su parte suelen utilizarse con sistemas de inyección de combustible, se sitúan habitualmente en el interior del depósito de combustible y utilizan motores para empujar el combustible hacia el motor a una presión elevada.
Veámos ambos tipos de bombas con más detalle:
Bombas de gasolina mecánicas
Éstas aparecieron antes que sus homólogas eléctricas y, antes de que la inyección electrónica de combustible fuera adoptada de forma generalizada, la inmensa mayoría de los motores de gasolina con carburador utilizaban bombas de combustible mecánicas de baja presión para pasar la gasolina desde el depósito hasta la cuba del carburador.
Operan mediante el movimiento del motor y se localizan en el lateral del bloque de cilindros o en el bloque motor. En ellas, un diafragma montado en el exterior del tanque o depósito de combustible se expande y se contrae, creando así un sistema de baja presión que obliga al combustible a salir del tanque y entrar en el motor.
En concreto, son impulsadas por el árbol de levas del motor, que se encarga de regular la bomba moviendo su palanca hacia arriba y hacia abajo. Cuando el árbol acciona la palanca, ésta a su vez fuerza un muelle que pone en movimiento otros muelles hasta que el diafragma es forzado hacia abajo en la cubeta de la bomba, aumentando el nivel de combustible en dicha cubeta. La presión del diafragma permite que el combustible ascienda y salga de la bomba a través de una salida, para luego entrar fluyendo en el carburador. Hay una válvula de retención tanto en la salida como en la entrada para asegurar que el flujo sea unidireccional.
Dado que las bombas mecánicas son impulsadas directamente por el movimiento del motor y contienen pocas piezas móviles, suelen ser fiables y su diagnóstico y reparación son relativamente fáciles. La mayoría de los problemas con las bombas mecánicas ocurren cuando el diafragma se daña de algún modo, lo que desequilibra el sistema de presión.
BOSCH Bomba de combustible
eléctrico
BOSCH Bomba de combustible
eléctrico, con material de montaje/fijación, con piezas de conexión
BOSCH Bomba de combustible
eléctrico
MAGNETI MARELLI Bomba de combustible
eléctrico
MAGNETI MARELLI Bomba de combustible
eléctrico
Consideraciones sobre la bomba de combustible diésel
Por su parte el sistema de inyección de combustible en un motor diésel consta de una bomba de inyección o bomba de combustible diésel, un conducto de combustible y una boquilla o inyector. Constituye un sistema accionado mecánicamente por el motor del coche. En un motor diésel, el aire es comprimido hasta aproximadamente 1/15 o 1/20 de su volumen habitual justo antes de que el combustible sea bombeado o inyectado en el motor. La mezcla de combustible y aire se calienta lo suficiente como para arder, impulsando la expansión del cilindro del motor.
A su vez, existen diversos tipos de bombas de inyección diésel, siendo las más relevantes las bombas en línea y las rotativas.
La bomba de inyección de combustible en línea es la que más se utiliza en estos motores. Ésta coincide con los cilindros del motor en su número de mecanismos de presión de combustible. Un árbol de levas acciona los mecanismos de control de la presión y de la cantidad de inyección dentro del cuerpo de la bomba. Siguiendo un orden de inyección, estos elementos del cuerpo de la bomba van suministrando combustible diésel a cada cilindro del motor. En el caso de las rotativas, un único mecanismo de bombeo es el que dosifica y hace llegar el combustible a todos los inyectores.
Bombas de combustible eléctricas
Los automóviles modernos utilizan principalmente bombas de combustible eléctricas que se valen de los sistemas de inyección de combustible para pulverizar el combustible directamente en el motor en lugar de dejarlo fluir desde el carburador. Este método no sólo es más rápido, sino también más eficiente en cuanto a consumo de combustible, ya que el sistema de inyección puede controlar el flujo de combustible que entra en el motor.
Este sistema de combustible necesita elevadas presiones, por lo que estas bombas se encargan de generar una alta presión en las tuberías de combustible con la que extraen la gasolina del depósito y la llevan al motor. Están constituidas por un motor eléctrico conectado a una bomba que permite aspirar el combustible y bombearlo hacia el motor.
Por otro lado, la cercanía de cualquier componente eléctrico al motor de combustión puede suponer un peligro, ya que existe la posibilidad de que los vapores de gasolina se escapen y en este caso incluso una pequeña chispa generada por una pieza eléctrica podría provocar un incendio. Esto explicaría la bomba de combustible ubicación. El hecho de emplazar la bomba eléctrica dentro del propio depósito de combustible hace menos probable que ésta y sus componentes queden expuestos y recojan los vapores de la gasolina del motor, siendo por tanto menos susceptibles de incendiarse u originar un incendio.
Además, la bomba queda sumergida en el combustible, con lo que se mantiene fría y se evita que se caliente en exceso.
El cambiar la bomba mecánica por una eléctrica puede reducir la carga que tienen que soportar las piezas del motor. Asimismo, es posible controlar con mayor precisión el suministro de combustible a través de una ECU (unidad de control electrónico), también conocida como módulo de control del tren motriz (PCM). Esta unidad controla la presión de salida y el volumen del combustible, y mide el combustible entrante desde el depósito, ayudando al vehículo a mejorar su potencia y reducir el consumo de combustible.
Otras de las ventajas que ofrecen estas bombas es una gran seguridad a los motores de los vehículos debido a su ubicación, además de su accesibilidad y disponibilidad en el mercado y en muchos talleres que ofrecen recambios.
La presión de trabajo es otra ventaja, ya que, mientras que las bombas de combustible mecánicas operan a una presión de un 1 bar o inferior, las bombas de combustible eléctricas pueden funcionar a 2 o 4 bares, pudiendo llegar a alcanzar los 6 bares en determinados casos.
En cuanto a la bomba de gasolina voltaje y amperaje, la mayor parte cuenta con una tensión de funcionamiento de 12 V y una corriente de 1,5-2 A. Para el amperaje, también hay que considerar el valor de la capacidad nominal, que normalmente es de 15 A, pudiendo ser de hasta 20 A. Cuanto más potente sea el elemento a proteger, mayor será la intensidad que soporte su fusible, de modo que los fusibles empleados en la bomba de combustible son de 15 A o 20 A.
¿Cómo funciona una bomba de combustible eléctrica?
La corriente para activar la bomba eléctrica es suministrada por la batería del vehículo. Cuando el conductor acciona la llave de contacto, la unidad de control del motor (ECU) enciende el relé que alimenta la bomba. Con ello se inicia la rotación del motor eléctrico de la bomba, el cual gira durante un tiempo para aumentar la presión del sistema de combustible. Aunque la presión de operación alcanza valores elevados de 3-4,5 bares, no llega a situarse en el rango de valores propios de una bomba de alta presión gasolina empleada para la inyección directa y que superaría los 50 bares. El temporizador de la ECU limita el tiempo de funcionamiento de la bomba eléctrica antes de que el motor arranque.
Después de este proceso, el combustible es introducido en la bomba por medio de una válvula de control de succión. Pero antes de ello pasa por un elemento filtrante de malla o tamiz que filtra los residuos que puedan estar presentes en el combustible, evitando que el polvo y el óxido entren en la bomba.
Seguidamente, el combustible sale de la bomba por una válvula de retención y es empujado al motor, pasando a través de una tubería de combustible y otro filtro que atrapa los residuos sólidos e impurezas que hubieran podido llegar a la bomba. Así se garantiza que el combustible cumple los estándares y se evita que el inyector de combustible se bloquee.
Después de atravesar el filtro, el combustible es bombeado en los raíles de suministro de combustible del motor y alimenta varios inyectores. La finalidad del regulador de presión de combustible es mantener constante la presión del mismo y devolver el combustible adicional a la cámara de combustible.
Una vez que se ha arrancado el motor, la bomba de combustible eléctrica seguirá funcionando y lo hará mientras el motor esté en marcha y la llave de contacto esté activada. La bomba puede trabajar a una velocidad constante o variable en función del régimen del motor y de la carga. Si el motor se detiene, la ECU detecta que la señal de velocidad se ha perdido y desconecta la bomba.
Estas bombas suelen estar conectadas a sistemas de control electrónico y contienen numerosas piezas móviles. Debido a esta mayor complejidad, son más proclives a fallar. Cualquiera de las diferentes piezas podría sufrir algún tipo de avería y ocasionar problemas en la bomba de combustible. Es el momento de que echemos un vistazo a estos fallos y a los síntomas con los que se manifiestan. Conocerlos le será de ayuda para detectar que su bomba no está en buenas condiciones.
MAGNETI MARELLI Bomba de combustible
eléctrico, Gasolina
VALEO Bomba de combustible
mecánico
ORIGINAL IMPERIUM Bomba, prebombeo de combustible
ASHIKA Bomba de combustible
mecánico
BOSCH Bomba de combustible
eléctrico
Fallo bomba gasolina síntomas
Las bombas de combustible están construidas para durar y la mayor parte de conductores nunca tienen que cambiarlas. No obstante, con el tiempo y cuando el vehículo alcanza un elevado kilometraje, no es nada raro que las bombas de combustible fallen o requieran ser sustituidas.
Es posible detectar si nuestra bomba tiene problemas. Aunque las bombas mecánicas y electrónicas fallan por diferentes razones, los síntomas de fallo son similares para ambos tipos. Si nota alguno de los siguiente síntomas comunes de fallas de la bomba de gasolina mientras conduce, es posible que tenga que hacer revisar y sustituir la bomba de combustible.
1. Ruido en el depósito de combustible.
Uno de los primeros síntomas de una bomba de combustible dañada es un fuerte sonido de gemido o silbido que escucharemos proveniente del tanque de combustible. El ruido que hacen la mayoría de las bombas durante su funcionamiento normal es un leve zumbido. Un zumbido fuerte indica que hay un problema. La bomba también puede hacer un ruido excesivo cuando el combustible es escaso en el depósito o está contaminado.
2. El coche da tirones o hace ruido a altas velocidades.
La función de la bomba de combustible no cesa una vez que el coche ha arrancado, es decir, no deja de suministrar gasolina al motor y de bombearla según se requiera para alcanzar la velocidad del vehículo. Si está conduciendo a velocidades de autopista y nota que el motor chisporrotea o da tirones y amenaza con calarse, es posible que la bomba de combustible esté fallando. Este problema se produce cuando ésta no es capaz de suministrar un flujo constante de combustible al motor a altas velocidades. Así, se producen interrupciones ocasionales en las que el motor recibe sólo aire cuando esperaba recibir combustible.
3. Pérdida de potencia cuando aceleramos.
Acelerar requiere más combustible, lo cual obliga a la bomba de combustible a trabajar más. Si nota que su coche a menudo pierde potencia cuando intenta acelerar después de una parada o actúa como si estuviera a punto de calarse, su bomba podría estar fallando y no ser capaz de mantener este aumento de la demanda.
4. Pérdida de potencia cuando conducimos cuesta arriba o remolcamos una carga.
Al igual que sucede al conducir a elevadas velocidades, ciertas actividades de conducción, como subir una pendiente o remolcar una carga, suponen un esfuerzo adicional para el motor, que requerirá más combustible para ofrecer el mismo rendimiento. Cuando la bomba de combustible no está en su mejor momento, con frecuencia no podrá satisfacer esta mayor demanda de combustible o mantener un flujo constante hacia el motor. Si nota que su vehículo pierde potencia en estas situaciones, la bomba de combustible podría ser la culpable.
5. Calado real.
Mientras el motor esté recibiendo gasolina de la bomba, aunque sea una cantidad inferior a la necesaria, es poco probable que se cale. No obstante, un motor de bomba viejo y desgastado puede calentarse en exceso, lo que a su vez puede sobrecalentar el motor del coche haciendo que se cale. Si el calado se produce continuamente con la temperatura alta indicada por el termómetro del coche, puede ser señal de que la bomba de gasolina no funciona y necesita ser reemplazada.
6. Subidas y bajadas de presión en el motor.
A medida que nuestra bomba de combustible va sufriendo desgaste, sus componentes suelen desgastarse a ritmos diferentes. Cuando este desajuste llega a ser lo suficientemente grande, la presión en los conductos de combustible puede llegar a ser inconsistente, lo que se traduce en una alternancia de sobrepresiones y depresiones, es decir, picos y caídas de potencia mientras se conduce.
Así, si la bomba empuja demasiado combustible hacia el motor, se notarán picos de velocidad. En estas circunstancias, los conductores pueden experimentar que sus coches aceleran de forma repentina durante unos instantes, incluso sin haber pisado el acelerador.
7. Menor eficiencia del combustible.
Debido a que la bomba está aportando demasiado combustible al motor, éste quemará más gasolina de lo normal. El resultado son más viajes a la gasolinera para repostar nuestro coche. Si usted hace un seguimiento del kilometraje que obtiene entre repostajes y nota una caída, un fallo de su bomba podría ser el origen.
8. Dificultades de arranque.
Si la bomba de combustible no está en condiciones de suministrar suficiente gasolina del depósito al motor, tendremos problemas para arrancar nuestro coche. Una bomba desgastada y débil no logra ganar presión y, aunque puede seguir bombeando combustible, el vehículo puede experimentar dificultades para arrancar como resultado de esta falta de presión. Debido a su constante funcionamiento cada vez que se enciende el motor, las bombas sufren desgaste y se debilitan con el tiempo.
9. El coche no arranca en absoluto.
Otro síntoma más grave de un problema con la bomba de combustible es la incapacidad de arrancar. Si ignora todas las demás señales que advierten de defectos, ésta acabará fallando por completo y una vez que haya dejado de funcionar, no llegará combustible al motor. Cuando intente arrancar su coche, tal vez escuche las bujías que se encienden, pero sin combustible, el motor no será capaz de ponerse en marcha.
Qué hacer si cree que su bomba de combustible está fallando
Por supuesto, en el caso en el que el motor no arranca, además de una bomba de combustible defectuosa, podría haber otras explicaciones. El origen puede estar en otros elementos que juegan un papel decisivo en el arranque, como la batería, el alternador, el motor de arranque, el filtro de combustible, etc. De ahí que sea muy recomendable tener el vehículo correctamente diagnosticado. Otra razón por la que las bombas de combustible fallan es si usted mantiene a menudo el depósito de combustible de su coche a menos de 1/4 de su capacidad.
Para confirmar que la bomba ha fallado, compruebe la presión en los conductos de combustible con un manómetro. Si la lectura es cero, es probable que la bomba haya dejado de funcionar. También puede comprobar la caja de fusibles de su coche, ya que un fusible de la bomba de combustible fundido es otro síntoma muy fiable del fallo de la bomba.
No obstante, si ha experimentado alguno de los síntomas que apuntan al fallo de la bomba, lo mejor es que concierte una cita con los profesionales de un taller o servicio técnico. Algunos de estos síntomas también pueden tener su origen en otros problemas mecánicos, por lo que los técnicos capacitados realizarán una serie de pruebas para diagnosticar la bomba y aislar la verdadera causa del problema.
Conclusión
Prácticamente todos los vehículos modernos que utilizan motores de combustión interna vienen equipados con bombas de combustible. La bomba de combustible gasolina es la responsable del suministro constante de combustible desde el depósito de gasolina al motor. También se ocupa de que esto se efectúe a la presión adecuada requerida para el funcionamiento del motor y para satisfacer las demandas de rendimiento. Cuando se acciona la llave de contacto, la bomba de combustible se activa y se presuriza, algo que en algunos coches puede oírse como un silencioso gemido o zumbido. La mayoría de los vehículos modernos están equipados con bombas eléctricas que se montan en el depósito de combustible, pero también pueden disponer de bombas de estilo mecánico.
Como sucede con otros dispositivos, la bomba se desgasta después de miles de kilómetros de uso y cualquier fallo en ella puede dar lugar a importantes problemas de conducción y rendimiento.
Una bomba de combustible defectuosa normalmente viene acompañada de algunos signos que permiten alertar al conductor. Además de la dificultad para arrancar, el vehículo puede experimentar fallos de encendido, pérdida de potencia, rendimiento y aceleración, disminución de la eficiencia del combustible, e incluso el calado del motor.
Si su coche presenta alguno de los síntomas que hemos tratado, o hay indicios que le hacen pensar que su bomba de combustible tiene algún problema, llévelo a un mecánico profesional para que lleve a cabo una inspección y determinar si la bomba debe ser cambiada.
Un vídeo útil relacionado con el tema:
Cómo comprobar una bomba de combustible
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